lunes, 24 de enero de 2011

las siguientes 5 pág.

En clase no prestaba la atención necesaria y las chiquillas me preguntaron que qué me pasaba no me quedo de otra que responderle:
--Anoche empecé un libro que me tiene enganchada, pero estoy muerta de sueño, necesito dormir un rato.
--Y de que va ese libro que te ha desvelado.
--Según por lo que he leído, la prota está con un chico mayor que ella, pero no le conviene demasiado, a sus padres no les gusta que ande con ese muchacho. Eso es lo que llevo leído por ahora.
--Suena interesante, ¿Y ha pasado algo entre ellos?
--Si quieres saberlo léelo, seguro que te gustara
Las chicas se fueron al patio para reunirse con los de 2º de bachiller, pero yo me quede en clase pensando en la historia.
--¿Isa te pasa algo?
--No, gracias por preguntar Aron.
--¿Sigues enfadada conmigo?
--No, ya he aprendido que note volveré a pedir, ni a decir que estudies conmigo.
--No es eso, es solo que ese día me pillaba mal, ¿Te llevo hoy a casa y estudiamos juntos?
--No, yo me voy con Kevin, si quieres quedamos más tarde, a no ser que quede con él.
--¿A qué hora llegaras a tu casa?
--No lo sé, yo te daría un toque cuándo llegará—Mira la hora del móvil—Lo siento, me voy quiero pasar un rato con Kevin antes de que termine el recreo.
--Isaura, por favor ten cuidado con lo que haces con él.
--Es mí problema no el tuyo…--Y me fui sin esperar contestación.
Cuando me vieron llegar Kevin se acercó a mí.
--Te estaba esperando preciosa.
--Me quede en clase distraída
--No pasa nada, lo importante es que ya estás aquí.
El resto del recreo nos lo pasamos juntos haciéndonos “mimos”.
A la salida, cuando Isaura fue al coche de Kevin vio al lado a Aron con su moto y hablando por el móvil:
--Hoy no podré quedar contigo, tengo otro compromiso.
La otra persona
--Yo también te quiero, pero no puedo pasar todos los días contigo, por mi encantado pero no puede ser así.
La otra persona
--Te llamo esta noche, si besos y hasta la noche—Y corto el teléfono—Isaura, ya sabes lo que te dije en el recreo.
--Sí, lo sé, oye si el compromiso por el que no puedes ver a tu amiguita soy yo, por mi puedes ir a verla no te obligo a que estudies conmigo.
--Tú no eres ningún compromiso para mí, estoy contigo porque quiero.--¿Está conmigo? De que está hablando—Rectificó, quedo contigo porque quiero, y quiero estudiar contigo.
--Pues tú sabrás lo que le dices a Jessica—En ese momento llego Kevin, se me acercó y me dio un ligero beso en los labio y me agarró de la cintura—Hola Kevin—Le dije media azorada—Como te decía Aron, tú sabrás lo que le dices a los demás, si a mí me preguntan le diré la verdad.
--¿La verdad en qué?
--Kevin tú no sabes de que estamos hablando.
--Bueno sube al coche—Kevin me soltó y abrió la puerta del coche y luego fue a su parte a subirse también.
--Adiós Aron, ya hablamos—Espero que entienda que lo llamo cuando llegue a casa. Luego nos subimos al coche y nos fuimos.
Otra vez fuimos al descampado, está vez sabía muy bien a que veníamos aquí y no me pilló de sorpresa cuando él me desabrocho el cinturón del coche me cogió por la espalda y me beso, al principio besos ligeros sin pedir mucho, otra vez me vi en la entrecruzada de abrir los labios o dejar que él lo pidiera, finalmente me decidí, yo quería llevar la iniciativa en esta ocasión por lo tanto no solo abrí ligeramente los labios sino que fue mi lengua la que le exigió a él que abriera su boca y fácilmente me hice con su boca, al principio despacio saboreandola, recorriendo cada lugar del interior de su boca, luego un ligero mordisco en el labio inferior y comencé a besarle el cuello, pero él volvió a buscar mis labios y me quito la iniciativa, en esta ocasión el me beso apasionadamente para luego bajar por mi cuello poco a poco asiéndome ligeras cosquillas fácil de soportar. Sus manos fueron recorriendo mi cuerpo hasta llegar al pecho izquierdo, allí comenzó a masajearlo suavemente. Una vez más el móvil sonó, pero en esta ocasión fue el de él.
Durante la conversación no preste atención, me quede mirando al vació hasta que Kevin me toco y me llamo, yo ates de eso estaba como ida.
--Isaura, lo siento, me tengo que ir, era un amigo que necesita mi ayuda ahora.
--De acuerdo, no pasa nada.
Kevin fue directamente a dejarme en casa rápidamente para luego irse. Cuando me fui a despedir, nuevamente mire a todos lados antes de besarlo como despedida.
--Mañana te veo fea.
--Hasta mañana será entonces.
Baje del coche, hoy no espere a terminará de irse, me metí en mi casa y llame a Aron.
--Hola, Aron
--Hola Isa, ¿Ya puedo ir a tu casa?
--Sí, ven cuando quieras.
--¿Qué te pasa, te noto como apagada?
--Nada, son cosas tuyas, te estaré esperando
--Hasta ahora—Y corte el teléfono, seguramente él también.
Menos mal que hoy papá estaba trabajando de tarde, porque si no me hubiera vuelto a echar la regañina, me senté sola en el comedor y me puse a pensar, en que podría almorzar, con un poco de suerte Aron tampoco habría almorzado y juntos se nos ocurriría algo para comer. Decidí ir al cuarto a coger “Amor a lo tonto” y me puse a leerlo hasta que Aron llego.
Estaba tan metida en la historia que el sonido de la puerta me sobresalto un poco, pero enseguida reaccione y fui a abrir.
--Hola Aron, pasa hombre
--Hola y gracias—Aron entró a casa, ¿Qué era esa sensación, estaban solos en su casa como tantas otra veces, pero en esta ocasión, tenía la necesidad de…?. Tras un breve silencio—Y bueno… ¿Qué estabas haciendo hasta que llegue?
--Leer un poco.
--¿Estás mala? Tú leyendo, que raro ¿Y de qué trata el libro si puede saberse?
--De amor, un amor prohibido porque sus padre no quieren que se vean.
--Interesante, típico en cualquier chica—Este que se cree comparándome con cualquiera—Me imagino que tu tardanza debe estar relacionada con cierto viaje a no sé dónde con Kevin ¿Me equivoco?
--No, no te equivocas, como siempre das en el clavo.
--¿En esta ocasión te hice algo? Te note rara cuando me llamaste.
--No nada del otro mundo, ¿Y tú qué has hecho desde que llegaste del insty?—Seguro que volvió a llamar a “su niña”.
--Me puse a ver el telediario en lo que esperaba tú llamada.
--¿Entonces no has almorzado?
--No, ¿y tú?
--Tampoco, que te parece si pedimos unas pizzas y en lo que vienen estudiamos.
--Me parece bastante bien, yo llamo, prepara donde vallamos a estudiar
Aron como siempre, con solo su presencia me reconfortaba y me curaba de todo mal que pudiera tener, las dudas que tenía sobre ese supuesto amigo de Kevin se disiparon nada

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