Esta obra es el poma VI, que pertenece a Soledades de Antonio Machado publicada en 1903. Forma parte del movimiento literario del Modernismo por lo tanto pertenece a siglo XX.
Este poema plasma la nostalgia por un tiempo que ha quedado atrás y que por mucho que quiera ya no puede volver a él, quizás se refiera a su añorada infancia. Y probablemente la pasara en alguna plaza o patio donde hay una cancela y en el que existiera una fuente. Machado hace referencia a que entra en ese patio donde lo espera esa fuente, como símil de la entrada a su recuerdo donde todo está guardado en la fuente de los recuerdos su cerebro.Sin embargo, el verdadero trasunto del poema tiene que ver con la imposibilidad de distinguir los recuerdos y los sueños, el paso del tiempo y de la vida. Esto se ve claramente en el uso de símbolos como la tarde o el agua, típicos de la poesía de Machado.
La peculiaridad del texto es que es una muestra perfecta del Modernismo intimista del autor, ya que tiene las figuras correspondientes a este movimiento literario, como la sonoridad y la visión del mundo interno del poeta.
La métrica del poema es muy compleja, en las estrofas uno y dos hay un serventesio (A, B, A, b) de versos dodecasílabos y hexasílabos. En la tercera hay un doble pareado (E, E, F, F). La cuarta estrofa es un sexteto de rima (G,H, G,h,i,I) de versos dodecasílabos y hexasílabos. La estrofa quinta es la agurpación de cuatro pareados dodecasílabos. La sexta estrofa es un pareado dodecasílabo. La séptima y octava son dos cuartetos dodecasílabos con rima pareada. La novena vuelve a ser un pareado dodecasílabo. La décima estrofa vuelve a ser un cuarteto dodecasílabo con rima pareada. La undécima estrofa se compone de cinco versos dodecasílabos con rima (AABBAA). La última estrofa del poema repite los versos dodecasílabos de la segunda. Este tipo de metros son típicos del Modernismo, partidario de los versos de arte mayor y de la gran musicalidad que pueden aportar los pareados.
Respecto a los recursos estilísticos: se puede encontrar una anáfora en los versos veintidós y veintitrés con el “que” y en los versos veintinueve y treinta y uno con la palabra “yo”. También se pueden encontrar algún hipérbaton como en “Rechinó en la vieja cancela mi llave” y también en “con agrio ruido abrióse la puerta.Existen personificaciones en el texto también son muy llamativas por ejemplo en “sonó en el silencio de la tarde muerta” y en “La fuente cantaba: ¿Te recuerda, hermano” entre otras. La simbología que aparece en el poema también se debería de resaltar, por ejemplo la tarde simboliza la decadencia, la vejez. Por otro lado la fuente tan activa como parece ser que aparece en el texto simboliza vida y en este caso podría decirse que simboliza juventud, el patio solitario. Está presenta además la “tarde”, que tacha de “triste, soñolienta y lenta” en la mayoría del poema. La tarde en Machado hace referencia a la llegada de la vejez y como se sitúa la acción de poema en la tarde, esto nos hace pensar que reflexiona sobre su vida desde su vejez. Aparencen términos relacionados con la ensoñación que implican la fantasía que el autor quiere mostrar en el poema y a su vez es el reflejo de su subconsciente sumido en una tranquilidad extrema esperando a ser invadida por el consciente y explotar todo sus recuerdos. Todo ello refleja lo propio en un autor modernista que intenta evadirse del mundo como puede ¿y que mejor forma que la fantasía? Y la soledad que se da en esa fantasía muestra un modernismo intimista.
En este poema abundan los adjetivos como “triste, soñolienta, negra, polvorienta, agrio, mohoso”, etc. La mayoría de estos son especificativos y valorativos lo que le da cierto detallismo descriptivo al poema. También son notables los sustantivos por lo que se puede considerar que tiene un estilo nominal y, por tanto, un ritmo lento. y por otro lado Los verbos están en tiempo pasado como: fue, asomaba, sonaba, rechino, abrióse etc. También hay algún que otro verbo en presente como: respondí, guía, cuéntame, etc. El modo es el indicativo y todo esto le aporta bastante objetividad al poema. También Machado por norma general usa la tercera persona del plural y por esto hace que el poema tenga objetividad, pero en este caso también hay presencia del primera persona cuando no está describiendo, lo que le imprime subjetividad y cierto aire intimista.
En cuanto al léxico es estándar y no hay ningún tipo de cultismo o palabra arcaica. Aparece el campo semántico de la ensoñación con palabras como “soñolienta”, “sueño”, “ensueños”, “delirios”, “dormido”. También aparecen palabras relacionadas con los estados de ánimo como “triste”, “monotonía”, “alegría”, “amargura”, “pena”, “melancolía”. El autor lo usa porque el poema tiene que ver con los estados de ánimo que le produce recordar su vida y porque su pasado le parece tan lejano como un sueño.
La mayoría del vocabulario que se usa tiene un sentido denotativo, es decir, las palabras significan literalmente. Sin embargo, también se aprecian muchísimos términos marcados con la connotación como todos los símbolos comentados, las metáforas y las personificaciones.